Pasaron otros 20 días hasta que se quitó casi por completo mi horrible regalo de navidad, del que ya hablé. Cuando parecía que estaba liquidado, un mal en el interior del ojo, dentro, muy dentro del ojo, acechaba como un perro en una barbacoa. Seguí poniéndome la crema de los cojones y las gotas (que para mi que eso es suero sin más, pero más caro) pero aquello seguía rojo y arrugado y una mañana vi como empezó de nuevo a coger volumen.
- Qué horror, otro vez no! por Dios bendito!
Ya me veía otra vez con el ojo como un cangrejo del amazonas y me decidí a dejar el tratamiento. La crema, además de dejarte el ojo borroso como a un borracho y fulminarte la cornea, dejaba mi párpado mojado, empaposo diría yo, y eso ayudaba a que la infección continuara y creciera. Así que aquella mañana, lo dejé todo y empecé MI tratamiento. Soy muy dado a buscar soluciones por mi mismo, ¿quién no? y yo tenía de mi lado el producto que nunca me ha fallado: El aceite del árbol del té.
Empecé por limpiarme el ojo con un champú para los niños, de cuyo nombre no quiero acordarme, consejo que había leído en internet y que resultó verdaderamente eficaz. El médico me había aconsejado que nada de lavar o mojar el ojo, pero yo a lo mío. La higiene nunca falla. Una vez limpio de la porquería de la crema, empecé con el tratamiento. Me ponía dos veces al día el aceite del árbol del té en el párpado, con extremo cuidado de no tocar el ojo en sí mismo, pues te lo abrasas. Cuando pones el aceite, sientes como un frescor, y a la vez, una quemazón que sacude tu párpado. Esta vez sí estaba castigando a mi maligno amigo garbancito.
Seguí durante días con este sistema, limpio ojo, pongo aceite. Fui notando como el color fue cambiando a normal y ya no estaba hinchado. Noté, cuando lo lavaba, que una bolita dentro del párpado se hacía cada vez más pequeña. El aceite del té es un producto milagro, un desinfectante asombroso, capaz de aniquilar muchos males, lo interesante es que es capaz de llegar muy lejos, penetra en la piel y elimina todo lo que pilla.
Hace tiempo que tuve unos papilomas en los pies, problema muy habitual en el mundo de hoy, los puedes coger en cualquier sitio público como en las piscinas, y son especialmente peligrosos cuando nacen en los genitales, problema que tienen algunas mujeres. Lo que empezó siendo un simple callo en la planta del pie, se me convirtió poco a poco en un volcán horroroso, y muy doloroso. Se extendió por todos los dedos del pie y para colmo, al otro pie también. Fui al especialista en varias ocasiones y éste me los quemaba con nitrógeno líquido, un placer para los sentidos, a ésto añadía una crema superpotente y supercara para cancer de piel, cuando leí el prospecto creí que me quedaban cinco días...
Los pequeños desaparecían, pero el grande, eso era otra cosa, contra aquello no había solución posible y rebrotaba en menos de dos meses. Un infierno. Harto de pasarlo mal y que no se pusiera solución, me acerque a un herbolario, pregunté y me aconsejaron el ya comentado aceite. Me lo ponía solo una vez al día, antes de dormir. Fue increíble ver que en tan solo dos semanas tenía los pies como los de un niño. Nunca más volvieron a aparecer. Increíble. Si tienes este mal, no te lo pienses.
He visto más milagros con este producto, también es capaz de quitar los furúnculos del trasero y el acné (éstos no los he padecido, pero he visto que funciona). También es único quitando piojos, por lo que me han contado, lo mezclas con agua y peinas al niño, así de simple.
Yo soy de los que piensan que hay muchos remedios naturales que son de gran ayuda, no quiero quitarles mérito a los médicos, pero hay casos en los que hay tirar de sabiduría popular. Estoy convecido de que si no hubiese puesto en marcha mi tratamiento con el aceite, ahora estaría con una intervención quirúrgica en mi ojo y que, hoy en día, después de muchos años seguiría teniendo los papilomas en los pies. Así que te aconsejo que si tienes un problema como los comentados, consulta a tu médico y si ves que no funciona, por menos de 7 euros podrás aniquilar tu mal de una forma sana y natural.
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