Hidno imbricado o Sarcodon imbricatus

Una de las setas más extrañas de la montaña es el Hidno Imbricado, suele nacer en otoño-invierno en zonas de gran altura en solitario o en pequeños corros, de dos o tres ejemplares. Le gustan los bosques de pinácea con gran sustrato.
Foto de Hidno imbricado o Sarcodon imbricatus -Espadasymuslitos
El sombrero es realmente llamativo, con escamas superpuestas, empizarradas de color gris marrón, o gris oscuro, concéntricas, que se hacen más oscuras en el centro, llegando casi al negro, de ahí que también sea conocido como Hidno Escamoso. Tamaño grande de hasta 20cm, el sombrero se retrae en los bordes, en todo su desarrollo.
Lo que la hace totalmente inconfundible, son las púas que contiene en vez de láminas, característica muy llamativa, pues parece la piel de un erizo. De color gris blanquecino, muy abundantes y agradables al tacto. Hay varios tipos de Hidnum, pero el escamoso es el más común.
Tronco robusto y firme, corto, de unos 3cm.
Olor fuerte a hojas secas y carne firme y compacta, blanquecina, manchada. Su consumo se limita a  los ejemplares jóvenes, pues los adultos son incomibles por su sabor amargo. Es bastante típico cortarlas en láminas gruesas, coserlas y dejarlas secar, para después, una vez secas, triturarlas  y dejarlas reservadas para condimento de sopas y guisos, doy fe que su sabor es muy parecido a las pastillas de caldo que venden en los supermercados.
Una seta genial que siempre hace ilusión ver, inconfundible por sus colores y sus púas, aconsejo sólo recolectarlas para preparar dicho condimento para sopas, especialmente a las lentejas le da un toque especial, pero tampoco te esperes una maravilla.

Foto de Hidno imbricado o Sarcodon imbricatus -Espadasymuslitos

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