Cuando empiezas a descubrir el mundo desde los ojos del terraplanismo te vuelves un niño otra vez, pues ahora las cosas que antes dabas por sabidas, todas aquellas cosas que te habían incrustado en el cerebro desde pequeño, ahora se encuentran en la palestra de la duda. Entre ellas, la más llamativa de todas, el cielo que vemos a diario encima de nosotros todas las noches.
Quizás si no me hubiera picado la avispa del terraplanismo no me habría dado por aprender el bonito hobbie de la fotografía astral, la fotografía del misterio. ¿Qué son esas luces que se ven en las noches y cubren todo el cielo? ¿Qué es la luna, y su hermano el Sol? ¿Qué son realmente los planetas?
Para cualquier mortal adoctrinado del mundo, la respuesta es bastante sencilla, pero para mi lo sencillo y vulgar no forman parte de mi ser. Quítale el misterio al mundo, quítale el amor y la poesía a las cosas y tendrás un mundo gris y aburrido. El mundo que nos rodea es mucho más misterioso y mágico de lo que nos han contado, de hecho, han eliminado a propósito toda la magia y color de nuestras vidas, cuando el mundo se rige por la lucha constante del bien y del mal, de lo positivo y lo negativo, hay magia buena y magia mala, está la luz y también la oscuridad.
Cuando partes de la idea de que no vivimos en un mundo esférico, que va volando por el universo infinito, todas esas luces y objetos que vemos se miran con otros ojos. La primera vez que ves la luna de cerca, a Saturno o Júpiter, o cuando haces las primeras fotografías astrales y ves todos esos colores diferentes, te quedas realmente asombrado.
Hay tres tipos de fotografías en este mundillo astral, en primer lugar esta la fotografía planetaria, donde metemos al Sol y a la Luna. Es la Luna precisamente la que más satisfacciones da, puedes verla muy de cerca, tan cerca que llegas a ver detalles muy concretos, y da que pensar, porque tengo fotos que son realmente parecidas a las oficiales de las agencias espaciales, lo que me plantea varias cosas: cómo es posible que no tengamos ninguna foto no trucada de la luna desde la ISS o desde cualquier "satélite", y cómo es posible que en estos tiempos no haya un "satélite" orbitando la luna y dándonos en directo una bonita panorámica. Pues es muy sencillo de responder, porque las fotos oficiales, las fotos reales de la Luna están echas del mismo modo que las puedo hacer yo, desde aquí, desde nuestro plano. Lógicamente si disponen de un telescopio de miles de dólares, sus fotos son de mejor calidad. Con los planetas te llevas una sorpresa que desvelaré en otra entrada, pues de lo que ves a lo que te han enseñado va una enorme diferencia. Para este tipo de fotografía vas a necesitar una camara con un gran objetivo, mínimo teleobjetivo de 1200 mm o lo que es más barato, un telescopio al que puedas acoplar una cámara.
Otro tipo de fotos son las panorámicas del cielo, realmente misteriosas, un tipo de fotografía que engancha, pues los resultados dependen de muchos factores. El principal es buscar un sitio con poca contaminación lumínica . La clave está en dar con cielos en los que se pueda ver la Vía Lactea, o la espina como la llaman. Para este tipo de fotografía necesitas una cámara (reflex a ser posible, que haga fotos en RAW) y un objetivo cualquiera, preferiblemente un gran angular, un objetivo estándar luminoso con apertura de ƒ1,8 o menos. Son fotos de larga exposición. Más detalles otro día, os dejo una foto del cinturón de Orión un poco chapucera, pues tengo mucha luz desde casa y no sale mejor.
Por último están las fotografias de cielo profundo, muy parecido a la anterior pero con objetivos de larga distancia, con lo que rebuscaremos en el Domo y veremos cosas que en la fotografía panorámica no se llegan a ver. Es la más dificil de todas y necesitas un gran equipo, un telescopio de gran tamaño, y una montura con guía automática (motorizada).
Para estos días que estamos en casa, cualquier persona con una cámara puede iniciarse en ésto de la fotografía astral, es un hobbie muy bonito que recomiendo totalmente y así pasar mejor estos tiempos tan difíciles. Escrutar los cielos es todo un placer, os lo aseguro.
Quizás si no me hubiera picado la avispa del terraplanismo no me habría dado por aprender el bonito hobbie de la fotografía astral, la fotografía del misterio. ¿Qué son esas luces que se ven en las noches y cubren todo el cielo? ¿Qué es la luna, y su hermano el Sol? ¿Qué son realmente los planetas?
Para cualquier mortal adoctrinado del mundo, la respuesta es bastante sencilla, pero para mi lo sencillo y vulgar no forman parte de mi ser. Quítale el misterio al mundo, quítale el amor y la poesía a las cosas y tendrás un mundo gris y aburrido. El mundo que nos rodea es mucho más misterioso y mágico de lo que nos han contado, de hecho, han eliminado a propósito toda la magia y color de nuestras vidas, cuando el mundo se rige por la lucha constante del bien y del mal, de lo positivo y lo negativo, hay magia buena y magia mala, está la luz y también la oscuridad.
Cuando partes de la idea de que no vivimos en un mundo esférico, que va volando por el universo infinito, todas esas luces y objetos que vemos se miran con otros ojos. La primera vez que ves la luna de cerca, a Saturno o Júpiter, o cuando haces las primeras fotografías astrales y ves todos esos colores diferentes, te quedas realmente asombrado.
Por último están las fotografias de cielo profundo, muy parecido a la anterior pero con objetivos de larga distancia, con lo que rebuscaremos en el Domo y veremos cosas que en la fotografía panorámica no se llegan a ver. Es la más dificil de todas y necesitas un gran equipo, un telescopio de gran tamaño, y una montura con guía automática (motorizada).
Para estos días que estamos en casa, cualquier persona con una cámara puede iniciarse en ésto de la fotografía astral, es un hobbie muy bonito que recomiendo totalmente y así pasar mejor estos tiempos tan difíciles. Escrutar los cielos es todo un placer, os lo aseguro.
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