¿Estamos unidos?

Por algunas redes sociales está rulando un texto que viene a decir, con la elocuencia y salero de un ciudadano cualquiera, que son tiempos de estar unidos y que el criticar a una parte u otra del gobierno no es conveniente en estos tiempos que corren, y que no ayudan a que la pandemia sea superada. Lógicamente este post no está hecho al azar, está creado por la maquinaria izquierdista que intenta cubrir su gestión de cualquier manera. El texto, la verdad es que es muy de estar en la barra del bar, es la típica conversación que podría tener cualquiera cuando te estás tomando unos torreznos y unas cañas con el vecino o unos colegas, es sencillo, directo y de estar por casa. Así funcionan las cosas, la gente es muy sencilla y se la engatusa de manera realmente fácil. Échale un poco de pimienta, un buen trozo de sentimiento, añade corazón y buenas palabras y ya lo tienes, un mensaje para el populacho.
A estas alturas no criticar al gobierno en la gestión del coronavirus es de estar ciego total, podemos presumir de tener la peor gestión de la epidemia del mundo. Lo que ayuda no es estar juntos, si juntos no estamos, la confinación de la gente en sus casas y el éxito del estado de excepción no responde ni por asomo a unidad y buen amor. Responde sólo y exclusivamente a dos motivos: el miedo a contraer la enfermedad y el miedo a ser multado o detenido. La gente no se mueve por amor, ni por buenos pensamientos, a la gente le importa una mierda el vecino y la sociedad en general, no seamos falsos, el humano es así, miramos sólo por nosotros mismos y por los nuestros, sobre todo la izquierda, doy fe, después de 41 años ya he visto muchas cosas. Sólo hay que ver que muchos aún siguen yendo a comprar sin guantes y mascarilla o los que se han ido de vacaciones de semana Santa al pueblo o a la playa.
Criticar que el gobierno a estas alturas no haya sido capaz de proveer con test y material a los ciudadanos, ni tan siquiera a los ejemplares profesionales: de la sanidad, de las fuerzas de seguridad o todos aquellos que están trabajando en supermercados, tiendas, repartidores, centros logísticos o de producción, no es para criticarlo, no, es para poner una demanda colectiva y meter a esta gente en la cárcel, y esto es indiscutible.
Cuando te enteras que hay una empresa española que podía fabricar un millón de test semanales y bastante buenos, pero que han sido despreciados por tener relación con la derecha, es para mear y no echar gota. Están vendiendo sus test a Italia y otros países porque aquí no se los compran.
La izquierda es especialista de vivir de la tragedia, lo que sucede es que ahora les ha tocado a ellos y no saben cómo controlar el aluvión de críticas que hay por todas partes (muchas de ellas internacionales, revisar la prensa), lo están intentando al estilo del comunismo más rancio, estamos de nuevo con la censura y han creado una campaña contra los bulos, que según ellos solo vienen de una dirección. Curioso cuanto menos, que un gobierno que engañó a sus votantes en infinitas ocasiones, que nos ha engañado en todo, que se inventa las cosas, hayan creado el ministerio de la verdad, pero si parece el título de una serie mierdosa de Atresmedia!.
Lo que sucede es que tienen miedo, miedo a la verdad, miedo a perder sus sillones y sus vidas de alocada fanfarronería, eso es, simplemente, no busques más.
De ésta no salimos con buenismo, con aplausos a las 20:00 y la canción resistiré, de ésta se sale con mascarillas y guantes, haciendo el test a todos los ciudadanos, poniendo en cuarentena a los enfermos y poniendo a trabajar a los demás, es así de sencillo. Se podría volver a la normalidad siempre y cuando hubiera capitán o a falta de capitán, timonel, o alguien que supiera pilotar la nave. Joder, que han puesto a Leire Pajín de consejera...

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