Zonas de setas: El robledal

Nos encontramos con robledales en casi todas las serranías, el roble es un árbol al que le gusta el fresco, y siempre tendremos manchas y grandes bosques de esta especie en las laderas de muchas montañas. Con tendencia a mirar al sur y al abrigo de los vientos del norte.
Son bosques muy agradables y ofrecen una sensación de abrigo muy curiosa, parecen que tuvieran calefacción, pero, en ocasiones, sus colores otoñales tan fotogénicos pueden llegar a cansar el ojo y a menudo sus raíces nudosas y el terreno  irregular lo convierten en bosques difíciles de andar.
Al igual que los pinares, los robledales producen una enorme variedad de setas, pero en menor cantidad, encontramos setas reinas como boletus, abundan las rúsulas y setas muy curiosas como el Hígado de Buey. En los claros nos podemos llevar una sorpresa y ver champiñones curiosos, como La Bola de nieve. Siempre de gran calidad, pues el sustrato es tremendo debido a la putrefacción de la hojarasca anual, un colchón de hojas húmedas suele cubrir todo el suelo y allí donde no hay hojas, la hierba crece con gran salero.
Es muy habitual encontrarnos con vaguadas, espectacularmente verdes, las que deberemos evitar, pues al igual que en los pinares, el exceso de agua echa a perder el terreno.
Las mejores zonas para buscar en los robledales son las lindes del bosque, y por supuesto cuando se mezcla con otras especies, como jaras o pinos, es en estos casos cuando las posibilidades de encontrar setas se disparan.
En definitiva, preciosos bosques por donde dar unos bonitos paseos micológicos, pero no esperes llenar la cesta en poco tiempo, te va a costar un buen rato dar con los tesoros.

Robledal - Espadasymuslitos

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