Ya comenté el otro día que el mundo está al revés, y es que resulta que aquellos que hoy en día piensan que están en el bando antisistema son los más pro sistema. Me explico: antiguamente existían ideologías izquierdistas que con buenos fundamentos y dentro de un contexto de renovación democrática del país, eran los rebeldes y alegres antisistemas que con sus grupos de rock o punk y sus baretos mugrientos, tenían en parte mucha razón, y su lucha contra la banca, el estado y los poderosos estaba justificada. Eran libres y, aunque la mano de Izquierda Unida y algún que otro partido mecía un poco la cuna, se los podía considerar unas buenas mentes libres. Conocí en primera línea aquellos tiempos, muy buenos tiempos.
De aquellos personajes libres hoy en día no queda nada, quizás algún perdido por el mundo que sigue escuchando a Iron Maiden y a la Polla Record y bebiendo litronas a medio enfriar, pero los podríamos contar con los dedos de una mano.
Poco a poco, y sin que nadie se diera cuenta, el lobby izquierdoso, que de izquierda no tiene nada, fue componiendo y creando futuras generaciones de imbéciles profundos con ideologías ecologistas, de feminismo agresivo y otras muchas sandeces, creando el prototipo perfecto de borrego que sigue la manada pero que se siente libre. El proyecto no está hecho al azar, han ido tocando todos los palos de forma magistral y han llegado al corazón de muchos jóvenes, que hoy en día creen haber descubierto el feminismo, la lucha antiracista y los "problemas" ecológicos.
Todos estos progres, hoy en día se sienten muy libres y protegidos por un sistema que aplaude sus insultos y sus maneras fascistas, son perros de presa de un discurso de las grandes esferas, piensan que están en lo correcto, que hacen un bien al "planeta" y que sus pensamientos son los únicos válidos.
Vergüenza me da ver que aquellos que en sus tiempos eran la resistencia, hoy en día son los perritos falderos de unos despiadados hombres de negocios. Pena da ver que hayan convertido varias generaciones de jóvenes en adoctrinados sin discurso propio, y que encima piensen que son rebeldes y libres de pensamiento, cuando no han tenido una idea propia en toda su vida.
Yo pertenecí a aquellos que eran libres en los 90 y hoy en día sigo perteneciendo a la resistencia, pero curiosamente, y es porque tengo algo que a muchos les falta: está dentro de la cabeza y se llama cerebro, ahora la resistencia es la derecha. Sigo defendiendo los mismos ideales de libertad que me movían cuando era más joven. Pensar que vivimos en un país en el que no puedes estudiar o trabajar en el idioma oficial en muchas regiones de España es una catástrofe para los que amamos la libertad. Pensar que una buena feminista no es una desarrapada con mechas de colores que vive de una paguita, sino una mujer hecha y derecha, que trabaje y saque adelante su vida y la de los suyos, que vista de manera femenina y se sienta bien consigo misma, y libre, no me hace de derechas. Y como ésto muchas más cosas. Lucho contra las ideologías impuestas, contra la falta de libertad de expresión, contra los medios y justicias manipuladas, lucho por la libertad y hoy en día, si luchas por la libertad, te llaman fascista.
Esclavo anda el mundo hacia un futuro lleno de restricciones y prohibiciones que, con la excusa de la ideología de turno, te van a imponer. Abre los ojos y vente a la resistencia, ahora la resistencia no es la izquierda. Os dejo con una canción para que os relajéis del bueno de InfoVlogger, no os lo perdáis.
Totalmente de acuerdo, un resumen perfecto de lo que fuimos y los pocos que quedamos, la mayoría se ha reconvertido en borregos adoctrinados y se hacen llamar progres.
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