Desde el otoño, hasta que empieza el invierno, en los troncos de pinos cortados y podridos nace una especie muy llamativa de colores realmente maravillosos que es el Tricholoma Rutilans. Especie grande, con sombrero de hasta 15 cm de diámetro o incluso más, con forma de ostra o redondeado, de color rojizo carmesí que se torna a amarillo fuerte en los bordes, con aspecto escamoso, a modo de estar pintado puntillosamente. Bordes muy marcados.
Láminas adnatas de color amarillo y en ocasiones sinuosas, dependiendo de la forma del sombrero, que suele ser muy caprichoso. Pie largo y compacto también de color rojizo que se torna blanquecino y amarillea, tanto en la base, como en la parte superior. Carne abundante, compacta y amarilla.
Una especie que micorriza (saprófita) los restos de los tocones de pinos, generando enormes ramos de estas bellas setas, que son únicas en el bosque, por su vistosidad. En ocasiones podemos verlas por separado, pero lo habitual es que la veamos en grandes grupos, como podéis observar en la foto. Muy abundante en pinares de cierta altura, de 1200 metros en adelante.
Especie considerada como comestible mediocre, pues hay personas que no la toleran y genera síndromes gastrointestinales. Por tanto, mejor no hacer la cata y quedarse con una bella foto de la misma. Un auténtico regalo para los ojos.
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