En ti nace la vida entre las montañas,
en ti el arroyo vuelve cada año,
el canto del jilguero y del enebro,
que silva cada año por abril.
Darte las gracias no es lo que deseas,
solo compañia y buen amor,
tenerte cerca un rato y ver tu sol,
tu sorprendente luz entre las nieblas.
En ti la esperanza y la vida.
Catolico no practicante, tengo total admiración a la Virgen de los Enebrales, un lugar con mucha luz que ayuda a todo aquel que se lo pide. Aconsejo a todo el mundo que la visite y le haga un regalo, pues se lo merece.
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