El cuento de nunca acabar

     La OMS tiene que estar muy desesperada para propagar a bombo y platillo la alerta por la Viruela del mono. Ha sido esta semana, no hay casi ningún muerto y supuestamente hay unos pocos afectados, pero la organización contra la salud ha visto imprescindible hacer eco de esta desconocida enfermedad. Como digo, tienen que andar muy desesperados para gastar esta carta en estos tiempos, debe ser que no les han salido las cosas como ellos querían, y se puede vislumbrar que ellos esperaban que por estas fechas el veneno inyectado debería tener a medio "planeta" con pústulas por las mejillas y los muslos descarnados con granos de esos que pican como demonios. Pero el caso es que no es así, nadie conoce a nadie con estos síntomas, y que te pique un mosquito o un tábano no cuela como Viruela del mono, aunque te lo diga el médico.

    Se han tirado a la piscina sin flotador y este miedo no ha calado en la población.Por primera vez en dos años el truco del mago no les ha salido bien. Este miedo no está consumiendo los corazones de la población, ni siquiera de aquellos que aún llevan la mascarilla de esclavo. Tanto es así, que han tenido que quemar medio Europa para poder llenar los telediarios con un viejo miedo, el archifamoso cambio climático, que ahora esta evolucionando y es criminal, pues se está llevando por delante a miles de personas que mueren sofocadas en el sofá de su casa entre un charco de sudor, o les da un perrenque cuando están comprando en el Mercadona. Debe ser que tener cerca de los 40 grados a mediodía en España en pleno Julio es cosa rara, lo nunca visto, y ya los españoles de repente no sabemos llevar el calor con dignidad y aplomo como hacíamos antaño. El mito del cambio climático es muy fácil de desmontar, sólo hay que coger el coche a las tres de la tarde y ver a los ciclistas a pleno sol tan tranquilos, dando pedaladas sin síntomas de fatiga, subiendo cuestas con la lengua fuera, con el único apoyo de un caldo en una cantimplora de plástico. Si esos ciclistas sobreviven, yo me paso el cambio climático por el forro de los pantalones. 

    Llevamos varios días con reportajes especiales de fuegos por todas partes, recuerda al programa de radio de los domingos, donde cada medio minuto cantaban un gol y así durante horas, aquel infumable programa de fútbol, pero con fuegos. Incendios forestales ha habido siempre, prácticamente todos son provocados por el hombre, el cambio climático no incendia los bosques, pero ahora lo han hecho noticia, como si nunca hubiéramos visto un fuego. La intención es clara, meter el miedo en el cuerpo de la gente, una vez más, y ahora vienen dos años, o quizás más, de noticias de desastres metereológicos, ya veo venir que nos van a contar que la gota fría este año está helada y que jamás se habían visto unas inundaciones así en Valencia. Como llueva un poco más de la cuenta por el norte estamos apañados, no me quiero imaginar si el Ebro se desborda, ya se están frotando las manos en la redacción de Antena3. Para justificar el cuento climático les va a valer cualquier cosa, ya vimos que ponían maniquíes para mostrarnos enfermos de Covid, pues prepararos porque en la guerra vale todo y como hiele en enero te vas a arrepentir de encender la televisión.

    El truco es siempre el mismo, primero impides que los ganaderos y la gente del pueblo limpien el bosque, tampoco dejas que drenen el Ebro, como se hacía antaño, cuando el bosque esté lleno de maleza le prendes fuego y preparas la falla mayor, y en el otro caso cuando llueva, que se lleve por delante toda la huerta de la desembocadura y ta-chán! ya tenemos el desastre. Quédate con ésto, primero creas el problema, luego le das bombo y luego lo solucionas. El problema radica precisamente en la solución que quieren aplicar, pues como con el Covid, la solución es prohibirte cosas, dejarte sin derechos poco a poco, hay que recordar que hasta poco querían poner un pase sanitario con una "vacuna" experimental que ya está haciendo de las suyas por todo el mundo. Pues imagínate donde pueden llegar con esto del cuento climático, ayer mismo en las noticias decían que no sé en qué playa estaba prohibido jugar y hacer castillos de arena. Les veo capaces de intentar poner una vacuna climática, así con un poco de anticongelante y refrigerante mitad y mitad.

    Percibo que la agenda 2030 se está desmoronando y que están tirando la casa por la ventana, se están pasando de apretar, tanta inflacción, tanto cuento de nunca acabar está exponiendo demasiado el siniestro plan. Espero que cuando nos vengan dentro de unos años con la tercera guerra mundial, la mitad de la población haya despertado y podamos mandarles al infierno del que nunca debieron salir.



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