Como buen enemigo de todo aquello que suponga la esclavitud humana, que es, sin duda, hacia donde vamos de cabeza sin que nadie mueva un dedo; y con el ánimo de inspirar a todas aquellas buenas personas que, aunque no lo ven venir, si les gustaría participar aunque sea desde sus hogares, os voy a dejar una serie de consejos muy útiles para frenar o parar la agenda del diablo:
— Sin duda el más importante es estar en estado FELIZ, hay que ser feliz con cualquier cosa, creerme que yo lo consigo a diario, no os penséis cuando me leéis que soy un amargado, me rio a diario y mucho. Confórmate con lo que tengas, dale un beso a tu pareja, a tu pájaro o perro o lo que viva contigo y aprovecha la vida que Dios te ha dado. Busca la felicidad en las cosas simples, a mí por ejemplo la cocina me da muchas alegrías, solo hay que verme de perfil.
— Compra en las tiendas de cercanía, no te dejes llevar por las ofertas de las grandes superficies, que son de ellos, tontorrón. Compra en la tienda que tengas cerca, en la carnicería del barrio, en la pescadería, ve a la panadería por el amor del santísimo y aunque todo te salga más caro, tu espíritu te lo agradecerá y ayudarás a mucha gente.
— Jamás veas la TV, sobre todo el telediario, JAMÁS. La TV hoy en día está para ver videos musicales, dibujos animados y videos interesantes sobre el tema que te interese, pero nunca, y esto les hace mucho daño, veas la TV convencional. Lo mismo pasa con las emisoras de Radio, solo están para escuchar música, nada más.
— Si tienes la posibilidad, hazte un huerto y cómprate unas gallinas, ya os contaré como acabó mi invasión de gallinas en otro momento, pero ya os digo que como huevos de los buenos y sigo sin tener gallinas, ¿ehh, ahora qué? Si es que soy muy pillín. Todo lo relacionado con la naturaleza te conecta con lo bueno y eso les duele.
— Come lo que te guste, deja de hacer dietas innecesarias y date un homenaje a ser posible todos los días, no es necesario gastar mucho para comer bien. El cuento de la grasa, etc. es para amargados y gente que se pasa la vida en el gimnasio.
— Hacer deporte es malo, ya sé que te han contado lo contrario, porque nos han mentido en todo, el deporte es para los niños que tienen que sacar sus energías por algún sitio. En los adultos, como fuerces las bisagras, puede que termines como el cojo mantecas. Nos os digo nada del corazón, con la inyección de moda y un maratón seguro que doblas la servilleta. De adulto hay dos deportes, dar un paseo después de comer para ir esparciendo los gases por el paseo del colesterol y hacer el amor. Este segundo es sin duda mucho más agradable.
— Visita los bares, con tus amigos, familiares o pareja, déjate llevar por sus embriagadoras bebidas y habla, habla mucho, todo lo que te dejen, porque con el hablar espantas los malos espíritus.
— Jamás hables de política, ni de fútbol, ambas cosas se diseñaron para controlarte, así que sencillamente ignóralas, ya sé que para muchos el fútbol es su religión, pero no estamos a esas, ¡tuerce botas!.
— Cómprate un coche diesel, a ser posible uno de principios del 2000, que eche mucho humo y que sea muy confortable.
— Aprende sobre tierra plana y un mundo nuevo, mucho más realista, se abrirá ante tus ojos. El camino es muy variado, historia, nueva medicina germánica, CDS y muchas más cosas, cuando empiezas a conocer las trampas del enemigo eres más feliz.
— No votes, hay que desmontar el chiringuito que tienen montado y hacer uno nuevo, aunque esto es una utopía, pues tienen las máquinas y los medios para seguir dando por saco por la eternidad.
— No caigas en la trampa de seguir las corrientes que ellos crean: feminismo, géneros, guerras y demás confrontaciones a lo que nos tienen acostumbrados, sencillamente ignóralas.
— Si puedes, vete a vivir a un pueblo, allí no pueden controlarte (por ahora).
— Ten muchos hijos, todos los que puedas y críalos con los valores familiares y cristianos en los que te criaron a ti.
— El tema del móvil es complicado, pero lo ideal sería destrozarlo con un martillo o mejor con una maza. Si puedes vuelve al móvil antiguo, ese que no tiene internet, ni GPS.
— Pon la lavadora cuando lo necesites y el aire acondicionado a la temperatura que te salga del membrete.
A grandes rasgos, todos estos consejos ayudarán a que salgamos de este embrujo. Hay que derrotarlos con la cabeza, con la sonrisa y con el espíritu intacto.
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