Caminar mirando el suelo

     Voy caminando mirando el suelo, no me vaya a caer, taconeo, doy un pequeño saltito y sigo caminando, miro alrededor, no hay peligros. Continuo, sigo mirando al suelo, veo una señal que me dice: ve sin cuidado, las piedras son pequeñas. No hago caso, las piedras son enormes, como de un tropiezo me rompo la crisma, sigo el camino, veo un letrero que dice: cuidado con las abejas, son mortales. Vuelvo a ignorar el aviso, es engañoso, no hay abejas en la zona, veo unas colmenas muy lejos, además sé que las abejas no pican si no se las molesta. A los pocos metros otro cartel, cuidado con las abejas, son asesinas, lo ignoro, continuo mi camino y me cruzo con un señor que va en carro y lleva todo el cuerpo tapado con unas mantas y eso que es verano y estamos por encima de los 30º, me increpa: ¡Estás loco, (me dice), vas a morir por las abejas!!!! Le señalo donde están, le ignoro también, pues las abejas no están cerca, ni siquiera se las oye. Sigo mi camino mirando al suelo, ya empiezo a darme cuenta de que los carteles los puso algún idiota con malas intenciones, y veo otro cartel: cuidado con los perros. ¿Qué perros? Allí no hay perros por ningún lado, me voy cruzando con gente asustada que llevan palos en las manos y me vuelven a increpar: ¡como no lleves un palo te van a morder los perros!. Les pregunto si los han visto. Me dicen que no, pero si lo dice el cartel será verdad.

    Voy caminando mirando al suelo, no me vaya a caer, hay muchas piedras, está el camino de pena, a lo lejos diviso un puesto de venta, me acerco a ver si hay cerveza o bocadillos, me dice el tendero que solo vende palos y mantas. Le compro uno de los palos y se lo rompo en la cabeza, ¿Será posible que el mismo que te vende los palos y las mantas sea el que ha puesto los carteles? ¿Cómo es posible que la gente no se de cuenta de esto? ¿Acaso la gente no tiene criterio propio? 

    Sigo caminando, taconeo, doy un pequeño saltito y sigo caminando. Veo que el mundo es dirigido fácilmente con carteles de peligro, de muerte, de guerra, no hacen caso de sus ojos, no ven más allá del cartel del feriante, dejan que los “expertos” que no son más que unos charlatanes, les digan lo que tienen que hacer, viven con miedo. No son capaces de ver otra realidad, y así, una y otra vez, camino para arriba, y ahora de vuelta, que espanto. Decido salirme del camino y hacer el mío propio y veo que se une un hombre, quizás alguno que también esté harto de los carteles engañosos y quiera vivir tranquilo, al rato veo que somos muchos, muchísimos, algunos que antes llevaban la manta y el palo ahora ya no los llevan. A lo mejor nos libramos algún día de los malnacidos que se pasan el tiempo metiendo miedo y jodiendo el camino, quien sabe, mientras tanto intentaré no caerme con las piedras que me van saliendo.




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